domingo, 26 de junio de 2011

de como Sancho ve tempranamente y para sí- ilusamente- el preciado gobierno de su propia ínsula

Hoy me acompañan otra vez Quijote, Sancho y el camino, al parecer he perseguido toda mi vida esa ínsula, no entendiendo o entendiendo finalmente que mis aventuras no han de ser de insulas sino mas bien de encrucijadas...ahí les dejo el pequeño texto de la obra magna...salutes!:


"(...)Viendo, pues, ya acabada la pendencia, y que su amo volvía a subir sobre Rocinante, llegó a tenerle el estribo, y antes que subiese se hincó de rodillas delante de él, y asiéndole de la mano, se la besó y le dijo: sea vuestra merced servido, señor Don Quijote mío, de darme el gobierno de la ínsula que en esta rigurosa pendencia se ha ganado, que por grande que sea, yo me siento con fuerzas de saberla gobernar tal y tan bien como otro que haya gobernado ínsulas en el mundo. A lo cual respondió Don Quijote: advertid, hermano Sancho, que esta aventura, y las a estas semejantes, no son aventuras de ínsulas, sino de encrucijadas, en las cuales no se gana otra cosa que sacar rota la cabeza, o una oreja menos; tened paciencia, que aventuras se ofrecerán, donde no solamente os pueda hacer gobernador, sino más adelante. Agradecióselo mucho Sancho, y besándole otra vez la mano y la falda de la loriga, le ayudó a subir sobre Rocinante, y él subió sobre su asno, y comenzó a seguir a su señor, que a paso tirado, sin despedirse ni hablar más con las del coche, se entró por un bosque que allí junto estaba."

domingo, 19 de junio de 2011

Inconmensurablemente Ana...Padre

Pensaba escribir algunas líneas nuevamente por este día, pero desde que desperté no he podido sacarme de la mente y recuerdo a Ana Gonzáles de Recabarren, la hermosa, bellísima mujer que se puede observar en la foto que acompaña esta nota: con sus ojos cerrados, una sonrisa en la cara, una flor en su solapa y la bandera del país como gran fondo....su marido, Manuel Recabarren, sus hijos Luis Emilio y Mañungo, mas su nuera Nalvia Rosa Mena (embarazada de tres meses) fueron detenidos, y hasta el día de hoy desaparecidos por la cruel y feroz dictadura...entonces nada, entonces rabia, entonces desesperanza...amo a mi padre, amo a mis hijos y cada día agradezco al destino habérmelos regalado, pero pienso en Ana, en su inconmensurable dolor, pero sin embargo sonríe...sin embargo sonríe, entonces hoy la abrazo a ella, también abrazo a mi viejo, torturado por los mismos que hicieron desaparecer a gran parte de la familia de Ana, los abrazo a todos y de alguna forma- extraña tal vez- les deseo un buen día del Padre

El Pepe...simplemente